El hijastro se volvió loco: ¡pidió a su madrastra que le ayudara a descargarse! Al final ella sólo accedió a hacerlo una vez. Ja, ja, ja, y luego ella misma admitió que su papá nunca la había jalado tan bien. Atrapó al pez en un anzuelo - ¡ahora revoloteará en él durante mucho tiempo!
No es un mal entrenamiento para las damas, sólo un entrenamiento. Creo que no dejarán dormir al hombre durante mucho tiempo. ¡Y está claro - sólo se puede burlar a las dos damas apasionadas con tal porción de sexo!